El 5 de mayo de 1818, en Tréveris, Prusia nace el filósofo Carlos Marx. Uno de los pensadores más influyentes para el siglo XX, hizo importantes aportes para la filosofía, la economía política, la sociología y la ciencia política. Además, su teoría revolucionaria fue ampliada y llevada a la praxis por Lenin, dando origen al marxismo-leninismo, que sería fundamental para las revoluciones socialistas del siglo pasado como, por ejemplo, en Rusia, China, Cuba, Vietnam y Nicaragua.
El socialismo científico
Su pensamiento dio origen a lo que conocemos como socialismo científico. El socialismo científico se caracteriza por tener una concepción materialista de la historia. En segundo lugar, el socialismo científico posee un método dialectico, de ahí que también se le llama materialismo dialéctico: tesis, antítesis y síntesis.
La lucha de clases
En el pensamiento marxista existen fundamentalmente dos clases, la burguesía y el proletariado. El proletariado solo tiene su poder de trabajo, mientras la burguesía es la dueña del capital económico, político y cultural, poseen los medios de producción. En el sentido hegeliano, solo la burguesía es una clase en sí y para sí.
El proletariado al no poseer los medios de producción, sin organización, individualizados, está a merced de la burguesía y no son una clase para sí. Es la dialéctica del amo y el esclavo hegeliana, pero trasladada a la modernidad. Los proletarios son sujetos de perder incluso su medio de trabajo, y formar parte de un siempre creciente ejército de reserva de la explotación. Los trabajadores no tienen poder de negociación con los capitalistas.
El capitalismo como sistema social
Lo más complicado para los proletarios es que para poder cambiar sus condiciones deben cambiar al sistema social imperante que es el capitalismo. Marx advirtió la inevitabilidad del colapso del sistema capitalista. Los sistemas sociales, tienen una dinámica particular. En el Manifiesto comunista nos dice, “No tenemos nada que perder excepto nuestras cadenas”, (Manifiesto comunista, Marx y Engels) La burguesía creó el sistema mismo que será su tumba.
Consciencia de clases
La consciencia de clases, es la consciencia que tiene la clase de su existencia y su deber. Marx explaya que solo la burguesía es consciente de su clase, son por lo tanto una clase en sí y para sí. Los proletarios son una clase en sí, pero no son una clase para sí. Al organizarse en sindicatos y partidos políticos, los trabajadores logran cambiar esa falsa consciencia de clase, y adquieren una verdadera consciencia de clase, se vuelven una clase en sí y para sí, en ese momento la revolución se vuelve inescapable.
Praxis revolucionaria
En 1847, los obreros ingleses, alemanes y polacos organizados en la Liga de los Justos, hicieron su primer Congreso en Alemania y bajo la dirección de Marx y Engels, fundaron la Liga de los Comunistas, primera organización proletaria internacional que adoptó la consigna “¡Proletarios de todos los países, uníos!”. Ellos opinaban que la clase proletaria debía unir sus fuerzas a nivel mundial para solucionar los problemas del futuro.
En 1848 Carlos Marx y Federico Engels escribieron el Manifiesto Comunista, en el que resumen el proceso de formación del marxismo y exponen los elementos fundamentales de esta teoría.
En 1864, bajo la influencia de Marx y Engels se fundó la primera Asociación Internacional de los Trabajadores (La Internacional). Sus estatutos decían que “la lucha por la liberación de la clase obrera no es para obtener privilegios sino para obtener iguales derechos y obligaciones y abolir todo dominio de clase y que la dependencia económica del trabajador es la base de la miseria, de la degradación espiritual y de la subordinación política”.
Para el marxismo la liberación de la clase obrera debía ser el objetivo al que debería subordinarse todo movimiento político y que la liberación de la clase obrera debe ser obra de sí misma.
El legado de Marx
Carlos Marx fue sin lugar a dudas, de los seres humanos con pensamiento más avanzado. Aún a 201 años de su nacimiento, sus ideas siguen vigentes. Su legado, por lo tanto, es un legado de los más impresionantes que ha dejado cualquier ser humano sobre la tierra. Ideas que proclaman la liberación de la clase obrera, un pensamiento que permite analizar el pasado, la Historia como motor principal del progreso de la Humanidad.
Así como el futuro cercano dentro de un sistema antropofágico como es el capitalismo. Pero, además, es un legado de una práctica real revolucionaria, que debemos llevar a cabo todos los días, si verdaderamente nos consideramos socialistas y militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
¡Arriba los pobres del mundo!
Por: Camilo Membreño Sevilla