Antes de iniciar, quiero dar una breve introducción desde mi punto de vista como lector de Cortázar desde la juventud. Cuando tenía 16 años yo no pensaba en escribir, o al menos no en escribir seriamente. Si me gustaba la literatura, había estado desde pequeño en el club de lectores del Colegio Centroamérica, y ya desde los 8 años había leído obras maestras de la literatura universal como el Viejo y el Mar y una versión estudiantil del Quijote, resumido.
Luego como digo, a la edad de 16 años me encontré con un libro que me recomendó un amigo. Historia de Cronopios y de famas, de un tal Julio Cortázar. Mi vida cambió para siempre, le encontré verdaderamente el gusto a la literatura, y luego seguí leyendo la obra de Cortazar. Decidí que yo mismo quería ser escritor, no poeta. La poesía me interesó después. Yo quería escribir cuentos y novelas. Y eso fueron mis primeros pasos, unos ripios de los cuentos de Cortázar. De hecho lo primero que llegué a publicar en una antología no fue un poema sino un cuento. Así que a Cortázar, como tal vez muchos de los jóvenes aquí, le debo mucho.
Entrando en materia cabe destacar que cuando hablamos de Julio Cortázar pensamos en el cuentista, en el narrador, en el novelista, casi nunca o pocas veces recordamos su obra como poeta. Y ese es el problema que a Cortázar se le tiene como mal poeta. Para muchos puede no ser así, para mí no es así. Pero la crítica literaria que suele ser atroz, le considera mal poeta. Por otro lado su narrativa es bien tenida por la mayoría de las personas.
De la ficción burguesa a la revolución narrativa
Las primeras obras de Cortázar en prosa como lo son Historias de cronopios, se caracterizan por el uso desmedido de la fantasía. No estamos hablando de realismo mágico, ni lo real maravilloso, no. Historias de cronopios y famas es un libro de ficción fantasiosa, un libro de fábulas, por eso debe ser leído en esas edades adolescentes. Porque precisamente es un libro de cuentos infantiles o juveniles si se quiere. Aunque claro detrás de estos personajes oníricos como son los cronopios, las famas y las esperanzas, se oculta la realidad de una crítica social.
Las famas son los burgueses, las esperanzas son la gente común y corriente, el proletariado. Los cronopios son los intelectuales, los bohemios y artistas, que no tienen los pies en la tierra. Detrás de estos personajes de cuento, existe pues una estratificación social.
Pero ¿es revolucionaria la narrativa de Cortázar? Al menos en ese momento, no lo es. Los temas son burgueses. Otro claro ejemplo es Bestiario. Que es un libro de cuentos buenísimo, con joyas como Carta a señorita en París. Aquí si podemos hablar de realismo mágico. Los cuentos en su mayoría son verosímiles, no son tan fantasiosos como en Historias de Cronopios. Pero luego se cuela la fantasía, lo real maravilloso en el nudo del cuento.
El boom como fenómeno editorial o movimiento literario
Hasta aquí la narrativa de Cortázar toca temas que se le podrían llamar como dije antes burgueses, o bien pequeñoburgueses, no retrata la realidad latinoamericana. No está pensado para un público latinoamericano, ojo aquí, y es aquí donde quiero hacer un paréntesis, que por cierto Héctor, me dijo que quería que hablara sobre el fenómeno del boom latinoamericano. Pues bien, al boom se le tiene como un fenómeno editorial, producto de los malvados editores que buscaron como hacer dinero, y lanzaron a la fama a cuatro escritores latinoamericanos que fueron influenciados por William Faulkner.
Estos son como sabemos García Márquez, Carlos Fuentes, Vargas Llosa y el propio Cortázar. ¿Había, antes que ellos, buenos escritores latinoamericanos?, si los había. Borges por decir algo, Felisberto Hernández, Alejo Carpentier que inaugura de cierta manera el realismo mágico o lo real maravilloso, Macedonio Fernández, y uno al que le deben muchísimo y del que no se habla mucho, Juan Carlos Onetti. Se puede decir que ellos mismos provocaron el boom, influenciaron el boom, o una vez que se dio el llamado boom, gravitaron hacia él y salieron favorecidos. Podemos mencionar a otros escritores más o menos, mejores o peores, y mujeres en el boom, pero estos son los más importantes.
Ahora el boom, no fue ni movimiento literario, ni movida publicitaria editorial. En una entrevista que le dio Cortázar a Joaquín Soler en su programa A Fondo para la televisión española, él aclaró esto. Que el boom es por un lado un fenómeno como le gustaba decir a Cortázar, producto del azar. Pero aún más importante, es síntoma de la maduración de las sociedades latinoamericanas. Y esto es un análisis que en sociología de la literatura es correcto, Lukács decía esto. Una sociedad que produce poesía es casi hasta pre-moderna, la novela es producto de una sociedad industrializada. Y aquí Cortázar es claro, los del boom escribían en la pobreza, y las editoriales los buscaron después cuando ya las obras ya estaban escritas, no antes.
Ahora el problema, es que el boom es un movimiento hacia afuera, que los escritores latinoamericanos ahora eran leídos en Europa, que es ahí donde está el mercado editorial grande, digamos. Pero Cortázar aquí es claro citando a Darío, o invirtiendo la cita dariana, que en el futuro miles de personas no hablarán inglés, hablarán en español. Todo esto para Cortázar es un síntoma de la maduración de las sociedades latinoamericanas, y un síntoma revolucionario, no solo en la literatura, sino de revoluciones políticas y sociales, como en Cuba, Nicaragua y en tantos otros países que hubo movimientos revolucionarios, hayan o no triunfado, Colombia, El Salvador, Argentina, etc.
Rayuela revolución en la novela
Ahora terminando ese paréntesis podemos continuar con la obra de Cortázar. Si vemos igualmente Rayuela, lo que tiene de revolucionario es en la forma de leerse, que tiene por lo menos 3 formas de leerse, hay quienes han calculado las diferentes permutaciones de los capítulos de Rayuela, llegando a cifras bastante altas. Y aquí se ve la influencia de Pérec en Cortázar, en esta y otras obras. Pero los temas son burgueses o al menos pequeñoburgueses. El lado de allá es Europa, el lado de Aquí es Latinoamérica. Claro ahí vemos como somos periféricos, sociedades periféricas alejadas del centro del mundo, que para ellos es Europa. Aunque el centro esté aquí mismo en América.
En Todos los fuegos el Fuego, vemos la Autopista del Sur, un cuento muy bueno donde todos los vehículos se detienen en una autopista por un tiempo indefinido. Siempre temas fantásticos pero burgueses en muchos sentidos. En Final del Juego, tenemos La Noche boca arriba, que es un cuento enormísimo, tremendo pero que oculta de cierta manera una mirada del pasado precolombina como si fuese bárbaro, brutal, una realidad contrastada con la realidad moderna, ahí hay una nuevamente una dicotomía entre atraso y desarrollo.
Y tenemos más libros de Cortázar que revolucionan la forma de narrar, desde Rayuela, La vuelta al día en ochenta mundos, 62/modelo para armar, que nuevamente tocan esa manera de narrar de Rayuela, más o menos variaciones del mismo modelo. Último round es un libro maravilloso, como folletón, que puede ser leído desde su portada, está diseccionado como si fuese un periódico, y ahí también se inaugura una forma de narrar de Cortázar tipo collage.
Entonces en qué momento inicia el tema revolucionario en Cortázar, pues todavía en el Apocalipsis en Solentiname, tampoco veremos eso, ya vimos las circunstancias en las que Cortázar visitó el archipiélago de Solentiname en el 76, y nuevamente vemos la dicotomía entre atraso o primitivismo y desarrollo, visto desde cierto punto de vista romántico.
Libro de Manuel revolución como tema novelesco
Y todas estas formas narrativas, y el tema revolucionario confluyen al final en una obra, que para Cortázar debió haberse pensado como la culminación de su maestría narrativa, El Libro de Manuel. Una novela collage con recortes de periódicos que es como Rayuela pero que no es Rayuela, como si todos los personajes de Rayuela hubiesen pasado de ser meros esnobs latinoamericanos, a ser pseudorevolucionarios de cafetín porque lo único que hacían era fumar y leer el periódico y discutir temas sociales y políticos.
Con el Libro de Manuel, y él mismo lo dice, la crítica fue severa, dijeron que el libro no era bueno por no decir otra cosa peor. Y lamentablemente por mucho que queramos a Cortázar, y como dijo Sergio Ramírez, que queremos tanto a Cortázar, la novela no es tan buena, no atrapa como Rayuela, y el estilo collage que fue tan bueno en Último Round, en Libro de Manuel es muy malo. Se puede notar que ya la narrativa de Cortázar había llegado a su punto álgido en obras anteriores, y que ya estaba cansado, tal vez aburrido de escribir lo mismo.
Nicaragua tan violentamente dulce
Por ultimo Nicaragua tan violentamente dulce, es un libro que nosotros como nicaragüenses no podemos leerlo con ojos de crítico literario, para nosotros es absolutamente hermoso, como este gigante argentino, no solo de tamaño eh, sino gigante literario argentino, amaba nuestro país, y lo describe tal como es, viendo esa hermosura revolucionaria en cada niño, niña, en cada trabajador, en cada mujer, en todo el Pueblo. Fue con esos ojos de amor, esos ojos de gato de Cortázar, que él vio a nuestra Nicaragua, y también nosotros vemos esa obra como una verdadera carta de amor revolucionario hacia nuestro país.
Pues bien intenté decir en este corto tiempo, hablar sobre algunos cuentos y novelas de Cortázar a vuelo de paloma, se quedan fuera grandes cuentos como por ejemplo el dedicado a Charlie Parker, que es tal vez de sus mejores cuentos, y muchos otros más. Pero me hice de estos para plantear mi tesis, tal vez en otra ocasión y con más tiempo podemos ahondar más en lo que por hoy dejamos fuera, sin embargo me doy por satisfecho y espero así sea igualmente para el público presente, muchas gracias.
Por Camilo Membreño