Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, mejor conocido como Pablo Neruda, es de los poetas más importantes del Siglo XX, “el mejor en cualquier idioma”, habría dicho García Márquez en su momento, y es que una de las razones por las cuales se le considera de los mejores poetas, es por su enorme sensibilidad hacía la belleza del mundo, la naturaleza, de la mujer, incluso por las pequeñas cosas cotidianas, pero además, por su amor por la Humanidad, y su compromiso con la lucha revolucionaria y de liberación de los obreros, campesinos y en general de las naciones latinoamericanas y del mundo.
Mucho se ha dicho sobre los artistas y poetas, que hay que separar al autor de su obra, entenderles tanto obra como vida en su ámbito particular, también hay quienes en el caso de Pablo Neruda, prefieren separar al poeta del hombre, y a la vez del político. Esto es imposible con Neruda, puesto que es precisamente en su obra poética donde se exalta su profundo compromiso con la causa de los pueblos libres.
La obra de Neruda, es extensa, pero poco conocida. En general el público conoce su poemario más difundido “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, o incluso se tiende a repetir el verso trillado del poema veinte “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”. Pero desdeñamos del resto de su obra. En Neruda encontramos hermosísimos poemas de las cosas más nimias y corrientes, como en sus “Odas elementales”, siendo la oda usualmente un género épico, Neruda transformó la forma en cánticos de admiración por sencilleces que da la vida. Por otro lado, tenemos igualmente sus poemas más comprometidos políticamente como los contenidos en su “Canto general”, un poemario donde vive el Chile eterno de los recuerdos de Neruda, así como los libertadores latinoamericanos.
Como político, militó en el Partido Comunista de Chile e incluso en 1969, fue precandidato a la presidencia por ese partido, pero se decantó por el apoyo a la candidatura de su amigo el presidente Salvador Allende. Murió asesinado, a los pocos días de haberse dado el golpe de estado contra la presidencia de Salvador Allende. A los poetas, la mejor forma de honrarles es leyendo su obra pero además, siguiendo su ejemplo de compromiso, de lealtad y de unidad en la lucha.
Por Camilo Membreño
Una respuesta
Lindo artículo poeta.